Como han de saber, Google y China llevan varias semanas con una relación menos que óptima, una situación que empezó con las protestas por los ataques informáticos que hackers de aquel país habrían hecho contra sitios de “la gran G”.
Desde ese momento, Google asumió una actitud que podríamos describir como desafiante, advirtiéndole al gobierno oriental que si los chinos no respetaban por así decirlo la integridad de los sitios Google, ellos no se sentían obligados a honrar el compromiso contraído con el gobierno de respetar la censura que en ese país pesa sobre búsquedas relacionadas con disidentes políticos, derechos humanos y otros temas polémicos. Esa postura no sólo se mantuvo con el correr de los días sino que se radicalizó transformándose en la intención de abandonar China.
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